Durante el año 2017, la fundación Amor por Barú (liderado por Eduardo) facilitó una secuencia de foros abiertos para toda la comunidad de Santa Ana en los que se involucraron adolescentes, jóvenes, personas mayores, lideres y lideresas comunitarias. En estos espacios y de manera democrática, se priorizaron los temas que más aquejan a la población, vislumbrado así las primeras acciones necesarias para avanzar hacia un mayor bienestar. El orden de prioridad fue el siguiente: · Salubridad pública. · Adolescencia en crisis. · Nuevos liderazgos.
Con relación al primer punto, se determinó la importancia de atacar el problema desde la raíz, así eso tomara un mayor tiempo en mostrar resultados. Por lo tanto, se decidió trabajar pensando en el largo plazo, razón por lo cual se determinó que el alcantarillado es lo único que puede garantizar una transformación real a la deplorable condición de salubridad pública del corregimiento. Para tal fin se decidió radicar una acción popular y en paralelo empezar a gestionar los recursos y las alianzas que se requieren para semejante labor. Para el mediano plazo, se decidieron arborizar plazas y parques de tal forma que para el 2025 la sombra, los frutales y el paisajismo cobijen el territorio. En el corto plazo y con el objetivo de solucionar la urgente situación de la “Calle-canal 20 de Julio” se decidieron realizar jornadas de limpieza, instalar bombas e iniciar la gestión ante Valorización Distrital, entidad encargada de la adecuación civil de dicha obra. Todas las acciones se ejecutaron, incluida la obra civil, pero desafortunadamente esta no contó con los diseños adecuados por parte de Valorización, lo cual no produjo los resultados esperados en términos del manejo de aguas estancadas en la calle. Estamos a la espera de un rediseño por parte de esta entidad.
Para el tema de "adolescencia en crisis", se determinó que resultaba esencial conocer a profundidad la problemática, por lo que se iniciaron una serie de investigaciones en alianzas con universidades nacionales e internacionales. Estas investigaciones se encuentran en la fase de "análisis de los datos", la cual se ha venido construyendo en alianza con La Institución Educativa de Santa Ana. Preliminarmente se observa la importancia de generar espacios seguros para las niñas y niños, es decir intervenciones que transformen las condiciones o factores que hacen que un lugar pase de ser seguro a ser inseguro. Ejemplos de estas intervenciones son; talleres de baile en el aire libre, entrenamientos deportivos con enfoque en desarrollo humano, procesos de acompañamiento a jóvenes que surgen de instituciones como la iglesia, el bienestar familiar o colectivos de danza.
Foto tomada por Jose Diaz.
Finalmente, como tercer punto se priorizó la preparación y acompañamiento a nuevos liderazgos en el corregimiento, lo cual debería ir de la mano de una mejor preparación universitaria para los jóvenes o emprendedores sociales que se destacan en la comunidad. Esta línea de acción requiere un fondo de becas universitarias y un aumento en la generación de espacios educativos para las personas (adolescentes, jóvenes y emprendedores sociales) que se destacan en la comunidad.
Foto tomada en el proyecto IsBaru. El camino hacia un desarrollo humano positivo en Santa Ana, deberá tener en cuenta estas tres líneas de acción, para seguir así construyendo y avanzando, de manera que se tenga en cuenta el trabajo que se ha venido realizando desde hace años.